No me morí (todavía)
Frente a los muchos deseos de muchos de verme sufrir mucho la gota gorda debo reconocer que no robé a ningún gato sus vidas. Tengo previsto utilizar únicamente la mía, lo prometo. En mi andar, reconozco a mi persona hostil con el entorno, siempre pensando en los diversos modos en que una loca e irreverente conspiración internacional intenta poner fin a mis días. Pero caduco cualquier intento en forma intencional ni bien nace para no darle lugar a sus cavilaciones insurgentes, divergentes, atrapantes, inocentes, incongruentes, desafiantes, recurrentes y asfixiantes. Sin más, me despido de usted, despidiéndolo amablemente y sin indemnización alguna, tal como el monstruo de la laguna que es Ness desde la cuna y su estropicio no vacuna como COVID en altura y descendiente de Labruna. ¡Quitaos de en medio de mí aceitunas de la pizza! Ya quisiérais regresar a vuestros quesos muzzarela. Pues quitaos os he dicho y no se quitan, he de hacerlo manualmente. Achís!